miércoles, 25 de febrero de 2009

Historia: ¿Pilas eléctricas Babilónicas?

Resulta desconcertante oír hablar de que los antiguos Babilónicos utilizaban pilas eléctricas hace más de 2000 años y, sin embargo, a pesar de parecer a primera vista un desvarío producto de una excesiva ingesta de alcohol, algo cierto hay detrás de todo este asunto: existe un recipiente singular, fabricado hace casi 2000 años, que efectivamente puede ser utilizado como una pila moderna.

Pero ¿Para qué iban a utilizar pilas los antiguos Babilónicos? ¿Acaso disponían de alguna tecnología que requiriese de su utilización? La respuesta a la última pregunta es: no, las civilizaciones antiguas no disponían de tecnologías basadas en la electricidad como bombillas, cámaras de fotos o reproductores MP3 (desde luego no tenemos constancia de ninguna de esas tecnologías). La respuesta para la primera pregunta es: nadie lo sabe con certeza. Pero tratemos de profundizar un poco más en el tema.

La ciudad de Babilonia era la capital de uno de los más importantes imperios de la antigua Mesopotamia: El Imperio Babilónico. Sus ruinas están situadas en la actualidad a unos 100Km al sur de la actual Bagdad. Y Fue en el sureste de Bagdad, en unas excavaciones en la aldea de Khujut Rabu, donde se encontró un recipiente muy curioso. Este recipiente, sin embargo, se estima que es de la época en que el Imperio Parto dominaba la región (el Imperio Babilónico ya era historia antigua), entre el 248 a.C. y el 226 d.C., que no se caracterizaba precisamente por sus conocimientos tecnológicos, aunque su estilo parece ser Sasánida, por lo que podría ser posterior, ya que el Imperio Sasánida engloba el periodo desde el 226 d.C al 651 d.C.

El recipiente, de terracota, mide unos 14 cm. de alto por 4 de diámetro y contiene un cilindro de cobre de 9 cm. de alto por 2,6 de diámetro, sujeto a la embocadura del cuello del recipiente con asfalto y sellado por su base con un disco de cobre con los bordes doblados. El cilindro de cobre contiene una vara de hierro que reposa sobre una capa de asfalto que recubre la base del mismo.

¿Y que tiene de extraordinario ese jarrón aparte de su antigüedad? Pues que en 1938, el arqueólogo alemán Wilhelm Köning, cuyo papel en el descubrimiento de este objeto no está muy claro, lo identifico como una probable pila. De hecho, según sus propias afirmaciones, introdujo en su interior un electrolito, lo conectó a una lámpara y esta se encendió muy débilmente (y no, no hay pruebas de la existencia de bombillas babilónicas). Su descubrimiento aparentemente revolucionario pasó bastante desapercibido.

Posteriormente, después de la segunda guerra mundial, el ingeniero en electrónica del Laboratorio de Alto Voltaje de la General Electric Company, Willard Gray, probó con sulfato de cobre como electrolito, en un duplicado fabricado por él mismo, y la pila generó entre uno y dos voltios.

¿Jarrón no es, pila parece? Sí pero ¿Se utilizó realmente como pila en la antigua Mesopotamia? ¿Y para qué? Ciertamente, el hecho de que estos recipientes puedan utilizarse como una pila no implica, de ningún modo, que realmente se hubiesen utilizado como tal. Sin embargo, el señor Köning sugirió que sí se les estaba dando esa función y, en concreto, para realizar un plateado electrolítico de pequeños objetos conectando varias de esas pilas en serie. Köning planteó esta hipótesis al darse cuenta de que los habitantes de Bagdad realizaban un plateado electrolítico de pequeños objetos, aunque por un método muy diferente. Pensó que esta práctica podría tener su origen en la antigüedad. Sin embargo, no se encontró ningún objeto metálico transmisor de corriente eléctrica, como un alambre de hierro, para conectar las pilas entre sí. Esto dejaba la hipótesis del señor Köning en el aire aunque no la invalidaba.

Más recientemente, en 1980, el Dr. Arne Eggebrecht utilizó una réplica de la pila, rellena con zumo de uva, que produjo un Voltio de electricidad para galvanizar una pequeña estatuilla en unas dos horas, demostrando así que, al menos, este tipo de uso era plausible. Así pues, el señor Eggebrecht sugirió que podría haber muchos pequeños objetos antiguos actualmente catalogados como de oro o plata que en realidad podrían estar simplemente recubiertos por una fina capa de estos metales.

Por desgracia no existe ningún registro escrito que nos aclare el uso que se le daba a estos recipientes, así que solo nos queda especular sobre sus posibles usos, tal vez para fines religiosos, electrificando determinados objetos metálicos para asombrar a los fieles, tal vez para fines medicinales, pero aunque realmente se estuviesen utilizando para galvanizar pequeños objetos, lo que parece claro es que muy probablemente estas personas no conocían o no comprendían el funcionamiento de las leyes de la electricidad o, al menos, no lo suficiente para aprovechar este descubrimiento con todas las implicaciones que tiene.

¿Entonces? Nada de bombillas, ni transistores, ni aparatos tecnológicamente avanzados, ni extraterrestres sacando de su ignorancia a los pobres y desdichados humanos. Solo tecnología de la época, ingenio humano y un jarrón muy singular que tal vez se utilizó para falsificar pequeñas joyas.

Y es que el ingenio humano no tiene fin, especialmente si hay un beneficio económico a la vista.

Fuente: http://axxon.com.ar/zap/c-zapping0093.htm

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