martes, 23 de septiembre de 2008

Tribus urbanas: las hijas de la modernidad

Sabías que..... las tribus urbanas son agrupaciones juveniles que se identifican mediante la vestimenta y los códigos verbales, gestuales y éticos. Una investigación realizada por una docente de la Facultad de Psicología de la UNC analiza las prácticas de estos grupos en Córdoba


La emergencia de subculturas en las grandes ciudades ha sido señalada por diferentes sociólogos como un efecto residual de la globalización. La idea de la aldea global, de una sola cultura en la que se anulan las diferencias, encuentra respuesta en la aparición de microsociedades o "tribus" que alteran el mapa urbano. Pareciera que la variedad cultural ?-que, según vaticinadores, sería eliminada en la era de la modernidad - se empeñara por subsistir y acabara recreándose en nuevas formas de culturas metropolitanas. "Frente al anonimato social, los jóvenes tratan de formar sus propios grupos para encontrar un sentido de pertenencia o un espacio social", asegura la psicóloga Griselda Cardozo, quien llevó adelante una investigación sobre estas agrupaciones en la ciudad de Córdoba analizando rasgos como la indumentaria, el lenguaje, las producciones culturales y actividades focales. Son estas características particulares las que permiten catalogarlos como "punks", "hippies", "tecnos", "metals" o "unders", y a la vez, les confieren cierta identidad que marca la diferencia con otras organizaciones juveniles. "De alguna manera lo que ellos consumen como parte de un estilo les da identidad y los hace distintos a los demás", explica la psicóloga al tiempo que destaca que estas subculturas constituyen "verdaderas comunidades emocionales" en las que buscan sentirse contenidos afectivamente y escapar de la soledad.

Marcando territorio


El trabajo desarrollado por la profesora de la cátedra de Psicología Evolutiva de la Adolescencia y Juventud se centró en los grupos de jóvenes de entre 12 y 25 años que practican skate y bicicleta -skaters y bikers- en el Parque de las Naciones, Patio Olmos, Club Huracán y Paseo Sobremonte. Asimismo, analizó las culturas juveniles "alternativa" y "electrónica" representadas por el público de dos discotecas ubicadas en las zonas del Abasto y el Chateau Carreras, respectivamente. En todos los casos se registró la apropiación del espacio para el desarrollo de prácticas colectivas como una forma de diferenciación de los distintos grupos. Esta delimitación de territorios adquiere, según Cardozo, rasgos propios: "El Abasto se está convirtiendo en una zona marginada a la que asisten jóvenes provenientes de distintos estratos sociales, pero básicamente pertenecientes al sector medio de la ciudad", afirma y continúa: "El Chateau está rodeado de countrys y barrios residenciales, y eso se refleja en la fuerte discriminación que se aplica al momento de decidir quiénes pueden ingresar a esos boliches, de acuerdo a la posición social y al tipo de consumos".


Marcas identificatorias


Según el estudio, la manera de vestir -look informal y descuidado- aparece como uno de los condicionantes a la hora de ser admitidos en los lugares representativos de la cultura electrónica, con atuendos exclusivos que no se adquieren en los comercios o shoppings. "La idea es mostrarse no convencional, ser únicos, y de este modo distinguirse del resto", comenta la licenciada. La finalidad es la misma entre los jóvenes alternativos, con la variante de utilización de ropa usada o la confección propia del vestuario. Otras de las marcas que ayudan a diferenciar a ambos grupos es el lenguaje, empleando términos y vocablos que surgen de las prácticas y que constituyen un verdadero "diccionario urbano", difícilmente entendible para la mayoría de la gente (ver recuadro). A ello se suma el estilo de música escuchada, las formas de relacionarse en las que "cada uno está en la suya y ninguno mira lo que hace el otro", y el predominio de una ideología en la que "nadie juzga las prácticas del otro". Tal vez, sea éste el aspecto que más distingue a estas tribus de los skaters y bikers: a diferencia de los grupos nocturnos, estos jóvenes buscan el reconocimiento de sus pares e intentan ser aceptados socialmente a través de sus prácticas. En consecuencia: "Asignan importancia a los riesgos inherentes a sus actividades y valoran la superación, ya que por esta vía consiguen destacarse y ser admirados por los otros", indica la psicóloga.


Qué me importa


"Una tribu se junta según su pensamiento, se agrupa de forma voluntaria, nadie te obliga a nada, vos te juntás con la gente porque querés; acá la sociedad es como que ni te importa", dice uno de los adolescentes entrevistados durante la investigación. El cometario rescata una de las principales características de las tribus urbanas señalada por Cardozo: la falta de interés por lo que ocurre a nivel social. Según la licenciada, particularmente los más jóvenes perciben a la sociedad como prejuiciosa y se sienten "rotulados y mal vistos", pero intentan modificar la imagen negativa que pesa sobre ellos realizando eventos y demostraciones deportivas que permitan dar a conocer las verdaderas prácticas de estos grupos. Por su parte, los adolescentes de mayor edad que simbolizan las culturas alternativa y electrónica muestran total indiferencia acerca de lo que pasa y piensan "los de afuera". "Viven en un mundo aparte, es decir, no hacen cosas para ser aceptados socialmente; de allí que no tienen proyectos de vida", expresa la licenciada y agrega que la falta de planes a largo plazo se acentúa entre los jóvenes que concurren a la zona del Abasto. "Para ellos es vivir el momento y nada más; se interesan más por la estética que por la ética, lo que revela un estado de anomia y la ausencia de valores", afirma y puntualiza que la situación varía entre los jóvenes del Chateau debido a que la mayoría pertenece a un estrato social elevado y son estudiantes de universidades privadas, lo que les permite tener "ciertas expectativas de vida".


La paradoja de la unidad


Vivir el inmediatismo parece ser la consigna bajo la cual se congregan los jóvenes adscriptos a las tribus nocturnas analizadas. Unidos por una estética y gustos en común, se reúnen cada fin de semana para realizar ciertas actividades -como consumir sustancias y bailar determinados estilos de música- buscando así reafirmar el sentido de pertenencia a un grupo y formar parte de una fraternidad. Así lo señala Cardozo, quien advierte: "Eso que los aproxima tanto en un momento determinado, después queda en la nada porque nadie busca establecer algún tipo de relación o contacto" y añade: "Van a disfrutar el momento, a pasarla bien y no les interesa qué pasa después; en el fondo experimentan una soledad terrible". Esta efímera afectividad, en la que todos están muy juntos pero "cada uno se dedica a hacer la suya" conforma -en su opinión- una "paradoja de la unidad". Desde su perspectiva, estas subculturas sustituyen a la familia como tradicional ámbito de contención afectiva. "Para ellos, están constituyendo un hogar. Se congregan porque sienten que entre ellos se comprenden, sobre todo los estudiantes que no son de Córdoba y se sienten solos, y van a buscar cierto sostén en esos grupos".En este sentido, afirma que no existe una red de contención social y que fallan las instituciones que históricamente han sido formadoras de identidad, como la iglesia o la escuela. "Los chicos que practican skate salen de la escuela y van al parque, la familia no existe y el colegio tampoco porque nunca tienen que estudiar o preparar un trabajo", comenta sobre el tema.


Extasis o Audi TT


Si bien el consumo de drogas es un problemática que afecta a las distintas generaciones y se extiende hacia ambos extremos de la escala social, la ingesta de sustancias adictivas aparece como una constante entre los grupos analizados. En este sentido, Cardozo señala que el tema es "realmente preocupante" y explica: "La droga existe como algo común y habitual para los chicos que van a bailar a estos boliches, e incluso entre los skaters y los bikers, porque aunque se cuidan por el deporte, lo mismo consumen", y agrega que la única diferencia radica en el tipo de sustancias elegidas. Así, -según la investigación- entre los adolescentes suscriptos a la cultura electrónica es frecuente el uso del éxtasis ?pastillas -; estableciendo una familiaridad que es revelada a través de la asignación de nombres como "Hyundai", "Audi TT" o "Mitsubishi", en alusión a la potencia del efecto que genera.Según la psicóloga, los jóvenes consideran estas prácticas como un "asunto personal" y las llevan a cabo sin tapujos en el interior de la discoteca, buscando producir "sensaciones absolutas" a partir de su consumo.


Rescatar algunas prácticas


Cardozo es crítica con los que consideran a estos microgrupos como "bandas delictivas" y asegura que los medios de comunicación alimentan una imagen negativa de los mismos. "No hemos observado ningún tipo de violencia en estos grupos, por eso adherimos al concepto de agrupaciones juveniles que se asocian para forjar una identidad propia en las grandes ciudades. Lo que intentan es diferenciarse del entorno, especialmente de la cultura adulta", subraya. No obstante, admite que existe entre los practicantes de skate y bike "cierta violencia simbólica" expresada en la puesta en escena de las demostraciones, y en la apropiación de los espacios públicos y el consumo de drogas en lugares abiertos. En este contexto destaca que, si bien los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la difusión de las actividades tribales favoreciendo así su desarrollo, en general demonizan el accionar de estas subculturas. "Tendría que hacerse mejor promoción de estas agrupaciones, y no mostrarlas como vándalos sino como alternativas de construcción de identidad y como una forma de recrear una nueva sociabilidad", enfatiza al tiempo que menciona la fecunda producción cultural (revistas, folletos y vídeos) como ejemplos concretos que deberían ser rescatados por la sociedad.

Ahora bien, y ustedes, ¿qué opinas acerca de estas tribus? Espero sus comentarios.

Saludos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena la info sobre las tribus, aunque para mí están todos re locos.
Un beso.
Marcos. (córdoba)

brenda dijo...

hola
pues para mi eso delos emos son personas que no temen demostrar lo que sienten aunque tengan las criticas de los demas no sean buenas, su moda es super fashon....
bueno salu2 adios